El sábado pasado se vivió el debut de la era Borghi a cargo de la selección Chilena y como era de esperar la prensa deportiva no estuvo a la altura del momento.
Mientras la prensa deportiva Argentina se aboca a realizar análisis detallados de cada uno de los partidos del campeonato local y de la selección albiceleste, en nuestro país el contenido de las críticas se centra el tema externos a lo netamente futbolístico producto de la ignorancia y la incapacidad de los profesionales en esta materia. En Argentina cada semana el ex entrenador Cai Aymar, se luce con su sección “Goles sin secreto”, donde realizan una verdadera cátedra futbolística para todo el continente. Pero en Chile con motivo del debut de Claudio Borghi como nuevo seleccionador el análisis detallado no estuvo presente, ni por lo más remoto. Así periodistas de larga trayectoria y los nuevos han centrado su análisis en un supuesto relajo y eventuales indisciplinas que se darían en el nuevo proceso. La incapacidad e ignorancia de la prensa deportiva Chilena, levanto el mito de la rigurosidad y disciplina militar en la selección de Bielsa. Sin embargo como sabemos nunca la disciplina fue prioridad para el anterior cuerpo técnico, se daba por descontada. Aun así se produjeron actos de indisciplina que el Rosarino supo llevar de forma tolerante y no como se presumía. Así fuimos espectadores de actos de indisciplina como los de Gary Medel, quien durante el proceso del rosarino choco en su automóvil, sufrió el suicidio de una joven en su departamento, fue expulsado en dos ocasiones por escupir a rivales, y nunca fue puesto en duda. Arturo Vidal y Mauricio Isla por su parte, criticaron públicamente a Bielsa, siendo Celiapunk quien llego más lejos señalando antes del partido Chile-Bolivia, que Bielsa no sabía de futbol. No obstante ninguno de estos jugadores fue marginado del proceso. Así quedo la sensación de un Bielsa más paternalista y riguroso, que estratega y ganador. Sin ahondar en el tema Bielsa y Borghi tienen puntos de encuentro en su trabajo. El trabajo de Bielsa se caracteriza por dos factores, el juego ofensivo y el vértigo. Elementos van acompañados de una serie de ejercicios tácticos y de repetición para reducir el margen de error. Borghi por su parte no cree en la mecanización del juego, pero si comparte el juego ofensivo. Como olvidar al Bichi en Audax perdiendo en su debut 4 a 6 con Colo Colo, o después en Colo Colo el año 2006, goleando 4 a 1 a Gimnasia de la plata de Argentina. Un juego irreverente y por sobre todo ofensivo que sedujo a todo el medio futbolístico nacional. Fue Felipe Bianchi quien puso de ejemplo a Borghi en el debut de Bielsa en el noticiario de CHV, cuando señalaba que pese a la derrota con Suiza le había quedado una impresión positiva del nuevo proceso, al igual que cuando había empezado Borghi en Colo Colo. La moraleja es la prensa especializada no entendió nada de la era Bielsa y sigue realizando análisis mediocres como lo hacía en el arribo de este a la banca de la selección, cuando el tema favorito de “análisis” era el sueldo del entrenador argentino.
