miércoles, 3 de marzo de 2010

Terremoto en Chile 2010. Cronica de un dia anunciado

Yolanda de 92 años dice por televisión con lagrimas en sus ojos que este es el desastre mas grande que ha visto en su vida, lo que no es menor considerando que ella vivió los terremotos de Chillan en 1939, el de Valdivia en 1960 y el de epicentro en San Antonio en 1985.

Es Chile un país en donde históricamente han ocurrido terremotos con cierta regularidad, la que en realidad se manifiesta como una secuencia aterradora de cada 25 a 30 años. Si nos remontamos al siglo XIX, los terremotos de Valdivia en 1835 que se inicio en Concepción y Arica en 1868. Las secuencias se repiten y en esta pasada solo faltaba para completar la secuencia el terremoto de la madrugada del sábado recién pasado, que no se hizo esperar más.
El 24 de Enero de 1939 un sismo de 8,3 grados en la escala de Ritcher sacudió a Chillan. Dos Pedro Aguirre Cerda debió asumir su presidencia con un pueblo totalmente devastado, con cinco mil muertos, de los que alcanzaron a identificar los registros civiles, aunque registrado o no la mayoría fue sepultada en fosas comunes. Como respuesta a la catástrofe nació la CORFO, para levantar la economía de país. Levantar el país en esta pasada parece una tarea dantesca; el terremoto social del saqueo aparece una y otra vez en televisión, al igual que los errores en las alarmas que cobraron vidas de personas en la Isla de Juan Fernández y las falsas alarmas de tsunami en otros sectores del país, todo despreciable.
Ser parte del top ten mundial de los terremotos mundiales no es ningún privilegio, y menos aun tener el terremoto de Valdivia el 22 de mayo de 1960 a las 14:55 pm como el más grande de la historia desde que se tiene registro con una intensidad de 9,6 grados que cambio la geografía del Chile que se conocía hasta la fecha. Dos años mas tarde se realizó el mítico Mundial del 62 en Chile, pese a correr peligro su realización por las secuelas del siniestro, a lo que el dirigente deportivo Dittbor señalo a la FIFA “porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo”.
En televisión aparece Mirella quien al tercer día vuelve al lugar de la catástrofe, de donde partió expulsada por la fuerza de Tsunami, en el lugar encuentra un cofre perteneciente a su nieta, esto llena sus ojos de lagrimas
El Chile invertebrado de los 80s se vio envuelto en una nueva catástrofe de 7,7 grados de intensidad, con 177 fallecidos y un prominente desorden en las calles, daños en las carreteras y la falta de servicios básicos. El terremoto del 2010 se mide por cifras, pero también por los registros tecnológicos. Aparece una grabación del maremoto en Constitución y las imágenes me retuercen el corazón. Las imágenes son captadas desde un cerro por unos jóvenes, logro percibir el frío y dolor de esas personas, la grabación es elocuente, el mar avanzaba por el casco histórico de la ciudad y pienso en los reportajes que muestran una gran ola que destruye todo, y comprendo que la realidad es mucho peor, es todo el mar que avanza sincrónicamente adueñándose de toda una ciudad.
La geomorfología de la tierra se construye de este tipo de fenómenos denominados “catástrofes naturales”, parece cruel decirlo, imposible explicarlo, pero en realidad la nación esta curada de espanto, mas aun considerando la existencia de un fenómeno tan o mas devastador en el país, como es el terremoto social. El pillaje en las calles arroja la acumulación de 30 años de desigualdad y desprecios al bajo pueblo, que se convirtió a la delincuencia en un porcentaje mínimo, pero alarmante en momento de caos. En 1939 en Chillan el pillaje era contrarestado con la muerte según indicaba la ley. Afortunadamente algo hemos aprendido y hoy es el toque de queda la alerta excepcional que busca proteger el bien estar social, lo que no deja de ser. Escuchar toque de queda o estado de sitio, en muchos casos asusta a las personas, que asocian esto a la tiranía vivida en Chile, pero no es así, en este caso no se ha perdido el Estado de libertad, al contrario se gano dignidad y seguridad como ciudadanos con derechos, además no se ven alteradas las facultades de los otros poderes del estado. En definitiva es un buen uso de esta condición. Un militar dice en televisión que esta desilusionado del país, al observar los saqueos, como explicarle al país de procesos de gestación cultural y el descontento que estallo producto de esta crisis social. La reconstrucción es también moral.
Escucho al sacerdote Jesuita Felipe Berríos que sintetiza todo en una frase; “en dos minutos Chile se hizo mas pobre”, frase que se contrasta con la tranquilidad con la que el ministro de Hacienda señala existen los recursos necesarios para afrontar esta catástrofe, algo paradójico considerando que en relaciones exteriores se pide ayuda al extranjero, recibiendo celulares satelitales imposibles para la billetera del ejecutivo en Chile y mas aun cuando escucho que Bolivia promete 9 toneladas de agua.

De las vidas de Yolanda y Mirella quizás nunca más volveremos a escuchar, pero si de los estragos de este crudo momento que siempre se supo técnicamente que ocurriría, pero que para ser justos, ni el país mas preparado del mundo, ni el país mas sísmico del mundo pueden contrarrestar. Lo que nos queda es el ejemplo de la pequeña Blanca de 3 meses que se alimento por tres días de agua con hierbas y que al cuarto día recibió ayuda que le salvo la ayuda, quizás eso es lo único que vale. Por lo demás nuestros análisis e investigaciones son para la posteridad y los informes de prensa solo son noticia, y la vida no es un ensayo ni un análisis sociológico, la vida no es noticia.