martes, 30 de noviembre de 2010

PARA NO OLVIDAR

Para no olvidar

La noche me lleva nuevamente a recuerdos de cuando era niño, de cuando las posibilidades eran infinitas, de cuando nada estaba perdido y me sentaba en el pasto mirando el cielo.
Me has hecho volver a momentos hermosos recordándome aquel libro, y no puedo más que agradecerte por eso. No perder la inocencia, ni el amor a las cosas simples, ese fue el hallazgo que cambio mi vida y que me hice ser como soy, en la imperfección y el fracaso que es la vida. Es por esto que siempre he tenido el principito en mi velador, y porque he visto mas 500 veces Amelie. Me gusta la fantasía y la ilusión, y me gusta volver a cuando era niño y caminaba por el campo, cuando al atardecer me acostaba en el pasto a mirar el cielo (si, me es posible sentir el olor del viento), tratar de explicarme el mundo y soñar, soñar interminablemente.
Creo en las transformaciones y recuerdo las rosas de mi Mamá en el patio. Todo cambia, pero nada se termina, y ha sido así como me encuentro conmigo al repasar aquel libro, al caminar sin rumbo por un parque o al dormir en una noche calida como esta. Pensar, siempre ese ha sido mi objetivo, pensarme cada día y soñar, por que si no sueño, pierdo sentido, al igual que si no cambio, porque en la transformación esta el regalo, y como ya dije nada se termina.
Por último la noche es perfecta para mi, y nada tendría sentido sin mi insomnio y mi fetiche nocturno. Por eso es que no puedo olvidarme de las posibilidades infinitas, por que castigaría mi esencia, porque dejaría de ser yo.

Roter

01 de Diciembre de 2010